Acaba de aparecer en España, en la editorial El Viejo Topo, el libro de Francisco Fernández Buey (Paco, para los amigos) titulado Utopías e ilusiones naturales. Se trata de una interesante y aguda reflexión del filósofo español sobre un concepto que el cientificismo y el tecnocratismo, pretendieron eliminar del pensamiento para dejarnos tan sólo con la pobreza de lo inmediato.

La verdad es que ésto es imposible ya que, como dice Fernández Buey en la Introducción al libro (que con el permiso del autor incluimos aquí), “no ha habido ni habrá filosofía moral sin utopías,” e inclusive podríamos agregar que no ha habido ni habrá ningún ser humano que no las incluya en su concepción del mundo y en su actuar cotidiano.

Paco ha investigado los orígenes de la utopía antes de su constitución como tal; sobre su función en los inicios de la modernidad europea y sobre su significado en la actualidad. De igual forma, en el libro se recogen una serie de expresiones literarias de las cuáles me permito citar aquí dos que me parecen luminosas debidas a las magistrales plumas de Eduardo Galeano y Mario Benedetti:

Eduardo Galeano, escribe:

¿Para qué sirve la Utopía?
Ella está en el horizonte.
Me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la Utopía?
Para eso sirve: para caminar.
La utopía nos ayuda a caminar….

Por su lado, Mario Bendetti nos dice:

Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías
cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza
cómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea
cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada….

Se trata entonces de pensar de nuevo la utopía pero ya no en forma ingenua o agregaría por mi lado, ideológica, es decir, como una utopía que haga a un lado el conocimiento científico, lo que daría lugar, en la política a un aventurerismo o a un uso legitimador del poder pero tampoco una ciencia que no dé el espacio necesario, al horizonte y la esperanza. Los invito a leer y discutir el libro, que por cierto ya se encuentra disponible en México.

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