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Este día se cumplió el 125 aniversario de la muerte de Karl Marx, a los 65 años de edad. A su funeral, en el Cementerio de Highgate de Londres, acudieron apenas once personas entre los que se encontraba su entrañable amigo Federico Engels.

Durante su vida, no pudo ver cumplida su aspiración principal: la construcción de una sociedad alternativa al capitalismo que eliminara la explotación, la injusticia social y la enajenación. Tampoco pudo ver cómo una obra profundamente dialéctica se convertía en una concepción dogmática y doctrinaria en el llamado “socialismo realmente existente” pero tampoco las extraordinarias innovaciones que produjeron filósofos como Gramsci, Brecht, Bloch, Lukács, Rosa Luxemburgo, Sacristán y otros.

Durante todos estos años, sus tesis han sido objeto de debates enconados por tirios y troyanos y apenas hace poco tiempo, a partir de la edición crítica de sus obras completas (MEGA2) ha empezado a comprenderse el significado, alcances y límites de sus tesis.

¿Qué es lo que nos puede decir su obra para los que vivimos hoy, en los inicios del siglo XXI? Creo que mucho, sobre todo para los que no están cegados por las ideologías del sistema. Hoy existen dos iniciativas mundiales para el repensamiento del legado de Marx: la primera es el Diccionario histórico-crítico del Marxismo fundado por Wolfgang Fritz Haug en 1994 y que con la colaboración de más de mil investigadores del mundo ha llegado a su sexto volumen y la segunda es la aportación de Jacques Bidet a través de la revista Actuel Marx publicada en Paris. En fechas recientes apareció un ensayo en la revista Crítica Jurídica en donde amplio mis puntos de vista sobre la problemática abierta por el gran pensador de Treveris.

El legado de Marx hoy (entrevista) PDF

El marxismo en la actualidad (ensayo) PDF

 

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